Wednesday, June 14, 2017

El código ético académico: El profesor Assa Kosher responde a sus detractores - Shraga Blum


El profesor Assa Kosher,


 Después que el ministro de Educación Naftali Benett publicara el borrador del nuevo código ético académico, las críticas le llovieron desde el gremio de la izquierda académica que lloraba como de costumbre "por la reducción de la libertad de expresión y la libertad académica". Este nuevo código simplemente prohíbe toda propaganda política como parte integrante de los cursos universitarios.

Este código fue redactado para el Consejo de Educación Superior por el profesor Assa Kosher, eminente jurista y autor entre otros del Código de Ética Militar. Este último respondió a sus detractores, a veces con un toque de ironía.

"Yo trabajo según las reglas y no en función de los ruidos procedentes del trasfondo político. Escribí y presenté mis recomendaciones al Consejo de Educación Superior, quien las aprobó (...) Sus miembros deciden lo que quieren después de largas discusiones (...) Los políticos pueden decir lo que quieran, eso no me interesa. Uno de ellos (Ofer Shelah, del Yesh Atid), incluso ha creído oportuno decir que no sé nada del mundo académico! ¿Es un comentarista de baloncesto quién me va a enseñar lo que es el mundo académico? Este es el nivel de los políticos. Esto no me interesa. Estoy listo para escuchar observaciones profesionales, pero todo lo que he leído en las redes sociales es bueno solamente para tirarlo a la basura".

En cuanto al propio ministro de Educación, evocó esta cuestión en el Consejo de Ministros. "Nuestro objetivo es, entre otros, evitar que los estudiantes se sientan avergonzados o sorprendidos por las declaraciones políticas de los profesores que reciben sus salarios de los contribuyentes y que al mismo tiempo apelan al boicot académico de Israel. Estamos a favor de la libertad académica, pero estamos en contra de la expresión de las agendas políticas en el marco de los cursos académicos".

Debemos recordar que el mundo académico es uno de los cuatro últimos reductos de la vieja élite - junto con los medios de comunicación, el poder judicial y el mundo artístico -, los cuales no aceptan que la sociedad israelí ha cambiado y tratan de mantener cueste lo que cuesta su influencia hegemónica, aunque cada vez estén más desconectado de las personas corrientes.

Cada intento de reformar estos poderes paralelos es automáticamente acusado de socavar la democracia, el estado de derecho o la libertad de expresión.


El código ética académico: la mayoría de la población aprueba el código de Naftali Benett

Por enésima vez, la izquierda israelí y uno de sus feudos, el mundo académico, se encuentran enfrentados con el sentir mayoritario de la población. Una encuesta ha sido realizada por Panels Polítics para la cadena Knesset (Arutz Ha-Knesset) sobre el borrador de código ético académico propuesto por el Ministerio de Educación. Ese código propone prohibir la propaganda política en el marco de los cursos de las instituciones de educación superior.

El anuncio de este código fue seguido inmediatamente por una protesta de los profesores universitarios así co mo desde las filas de la izquierda. El autor de este código, el profesor Assa Ocultar refutó todos los argumentos esgrimidos por los detractores de este código, incluido el de la restricción de la libertad académica y la libertad de expresssion, resumiendo así su actitud: "Basta un texto que sea firmado por Naftali Benett para que provoque reacciones paulovianas en la izquierda".

El sondeo muestra, sin embargo, que la población está del lado del ministro de Educación y apoya la introducción de este código ético: un 58% está a favor de esta medida frente al 34% que se opone. Sólo el 8% no tiene opinión.

En cuanto a la cuestión del atentado a la libertad de expresión, las respuestas son más matizadas pero aún con una mayoría a favor del Ministerio de Educación. El 45% cree que el código de ética no afecta a la libertad de expresión, frente al 39% que considera que si la afecta. Mientras el 16% no tiene opinión.

Cabe señalar que entre las personas que piensan que interfiere con la libertad de expresión, también hay una parte de esos ciudadanos que estiman que el código está justificado en vista de los excesos observados durante años dentro del mundo académico, donde los profesores o conferenciantes a veces llaman a los soldados del IDF "criminales de guerra", haciendo asociaciones entre el Israel de hoy y el nazismo, justificando el terrorismo o poniendo en cuestión los méritos del sionismo .

Y todo esto con los fondos del Estado, así pues del contribuyente.

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